28 janvier 2018

De perros y gatos

SE publica hoy en El País Semanal, dentro de la sección Amos y mascotas una cosa que le hicieron a uno en relación con sus animales. Me niego a llamarlos mascotas, precisamente porque son de la familia. Han colgado también este vídeo. Aquí va, completa, la entrevista de la que Carolina Pinedo extractó algunas frases, acompañadas por las fotos de Nani Gutiérrez:

Tu edad y lugar de nacimiento:
Nací en una casa de labranza, en medio del campo, cerca de Manzaneda de Torío, en León, el 10 de junio de 1953.

-¿Cuántos animales tienes? Sus razas, nombres y edad. 
Dos mastinas: Rita (nueve años) y Quijana (uno y medio); y dos gatos y media (la población de gatos es flotante, dependiendo de las mastinas); los gatos, machos, dos años, Benito y Pantone o Rubio; la gata está acogida, aparece y desaparece; se la llama y no acude, la decimos la Gata Negra.

-¿Cómo llegaron a tu casa? Adopción, compra, regalo, casualidad… 
Las mastinas por un regalo; Quijana de uno de los mejores criadores de mastines de León. Los gatos acudieron a mi mujer y a mí un día en medio del campo, uno detrás de otro, seis, con dos o tres meses; los cuatro restantes acabaron sus días en combates desiguales con Rita.

-Rasgos y peculiaridades que destacarías de ellos. 
Rita: se fuma un puro (literalmente; desde pequeña tiene la costumbre de llevar un palo grueso en la boca; por ello la llamamos también Sarrita Montiel). A Quijana quizá habría que llevarla a un psicólogo, es buena y leal, pero reservada, y no hace nada sin mirar antes a su compañera, que no quiere compartir con ella el afecto de la familia.  O sea, que Rita  también necesita terapia.

-¿Qué aportan en tu vida o qué te enseñan? 
Nos dan compañía y guarda. Y enseñan a no quejarte mucho: en el fondo es una faena haber nacido perro, te pongas como te pongas.

-¿Alguna anécdota con ellos? 
Otra mastina que acaba de morírsenos, Tuna, era fuguista. La llamábamos Houdini. No se le resistía tranca, pestillo, cerrojo. Menos candados, lo abría todo. Tenía la fantasía de fugarse una o dos horas, campo a través. Las otras la imitaban. Siempre volvían. Estas, por suerte, no son tan listas. Sin la inductora, ya no se escapan. Son conformistas. 

-¿Qué crees que es lo más difícil de tener animales? 
En el campo es sencillo: hacen su vida, y a echarles de comer, desparasitarles a su tiempo y ponerles las vacunas no se le puede decir trabajo.

-Eres un hombre que conoce el entorno rural, ¿Consideras que los animales son más felices en el campo? ¿En la una ciudad convivirías con animales, como perros y gatos? 
El concepto “felicidad” me parece excesivo para un animal, pero sí, en el campo están acaso más a su aire, aunque en Madrid tuvimos unos meses una mastina, hasta que fue adulta, y siete años un gato. No obstante, todo es relativo. Que se lo pregunten a los gatos que periódicamente mata Rita. En un piso habrían sobrevivido. Quijana, sin Rita, quizá estuviese más a gusto. Cada uno de nosotros tiene lo suyo.

-¿Cómo definirías tu relación con los animales? 
De compañeros de fatigas: juntos pero no mezclados.

-¿Te han influido o inspirado de alguna manera los animales con los que has convivido en tu obra? 
Supongo. Cuando mueren, sobre todo algunos de ellos, pasas unos días malos, pensando en la muerte y en esas cosas que pensamos todos. Pensamientos negros que pones en el vacío que dejan ellos.

-¿Cómo compaginas tus viajes a Madrid con el cuidado de tus animales? 
Durante treinta años los asistió un hombre, Manuel. Los entendía bien. Él mismo los tenía a docenas. Ahora los asiste una mujer. Cuando estamos nosotros, me encargo yo de todo, o los de casa. A mi mujer le encanta regalarles con las sobras de las comidas caseras, para variarles el pienso. En el campo la gente entiende a los animales sin muchas tonterías. En el campo se tiene con ellos una sentimentalidad un poco áspera, quizá, pero de ley.

-¿Tu proyecto profesional actual? 
Parecido al de los perros: ir tirando.



5 commentaires:

  1. ¡Precioso Pantone como nombre! debe ser complejo como gato, veo que tiene segundo nombre, el primero debe ser difícil de llevar. Una maravilla esta entrevista rural...

    RépondreSupprimer
  2. En el campo se es "propietario" de los animales y poco mas. En la ciudad se convive con ellos, con todas sus consecuencias y responsabilidades inherentes.
    Voy a ofrecerme para que me hagan una entrevista. Sabría así mi nutrido grupo de admiradores, que un boxer y dos gatos forman parte de mi abnegada familia.

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Y por qué un hombre tiene un boxer y dos gatos?
      Pues porque está casado.

      Supprimer
  3. La gente que quiere a los animales, de entrada me cae bien siempre ;)

    RépondreSupprimer